martes, 16 de febrero de 2010

1.3.- FERNANDA Y JIMENA PRIMERA COGIDA




Cuando empecé clases particulares con Jimena realmente no sabía en lo que me metía, pero esa es una historia que amerita irla contando poco a poco, en efecto llego el día de mi primera clase con Jimena y pasamos casi dos horas repasando los principios básicos de matemáticas, cuando nos aprestábamos a terminar llega Fernanda y dice les traigo una pizza deben estar con hambre, hicimos un alto y mientras conversábamos íbamos sirviendo la pizza, Jimena me dice cierto es profe que le ha cogido la otra tarde a Fernanda, le digo y tu como lo sabes pues Fernanda me platico y me dijo que le había gustado, así es que profe ahora va a tener que cogerse a las dos y se botaron encima mío, me desnudaron y ellas igual se desnudaron, ambas empezaron a jugar con mi pene metiéndose en la boca, nos besábamos los tres, ellas también se manoseaban y a mí me pajeaban que daba gusto, Jimena que me tenía unas ganas opto por subirse encima mío y meterse todo mi pene, Fernanda en cambio puso su vagina en mi cara para que lo chupara y mientras tanto las dos se besaban y se tocaban sus senos, luego se cambiaron de posición y llegaron a un orgasmo, sus gritos y suspiros así los delataba, les dije ya me corro y ambas pusieron su boca y caras para que me corriera, mi semen un poco entro en la boca de ellas otro poco se quedo en la cara pero no lo desaprovecharon y se chuparon mutuamente hasta limpiarse todo mi producto que lo tenían en caras y senos.
El calor era fuerte y habíamos sudado mucho haciendo el amor, entramos a la ducha y nos acostamos los tres en la tina, pero fue otro desgaste mas pues ambas estaban ávidas de ser cogidas nuevamente, yo que nunca había tenido la oportunidad de estar con dos mujeres a la vez, nuevamente se me empalmo y ellas se agarraron a chuparme, parece que su culo estaban deseosas de recibir mi verga y una a una se la fueron metiendo mientras a la otra le metía hasta tres dedos por su culo y se movían como loquitas fue tal la desesperación de los tres que muy pronto me corrí en el culo de Jimena y con eso se empataban en cogidas.
Prácticamente así pasamos unos tres meses, pero lo sorprendente era que yo las tenia de lunes a viernes, pero el fin de semana nunca estaban para mí ni tampoco en la ciudad, me resultaba sospechoso pero ellas me decían que el fin de semana se iban a la hacienda de sus abuelos que quedaba a unas dos horas, les pedía que me llevaran y ellas decían que eran muy chapados a la antigua y que no les gustaba que estén con hombres.
Ya me había acostumbrado a la ciudad, además tenía dos hermosas hembras con las que culeaba, ganaba un buen dinero y no gastaba mucho porque era muy querido en el pueblo y muchas cosas que necesitaba me regalaban.A visitar a mis padres salía una vez al mes, compartía unos dos días y regresaba a mi trabajo que ya se había ganado mi corazón por todo lo que me ofrecía.

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